El especialista español presentó un libro sobre el impacto de los smartphones en la política.

“En algunos lugares del mundo ya es más fácil tener un teléfono inteligente que agua potable o cloacas”, advirtió Antoni Gutiérrez-Rubí, durante la presentación de su libro “La Transformación digital y móvil de la comunicación política”, realizado el miércoles pasado en la Fundación Telefónica en la Recoleta.

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El especialista español presentó su último trabajo junto al director de La Política Online, Ignacio Fidanza y el especialista en comunicación gubernamental, Mario Riorda. La directora de puntogov, Sabrina Díaz Rato, coordinó el debate.

Gutiérrez-Rubí analizó la revolución política y mediática que implica el acceso de miles de millones de personas a smartphones con conexión a internet, que les permite conectarse con las redes sociales en tiempo real e informarse a través de la web. Se suma a este fenómeno la aparición de los denominados “nativos digitales”, las nuevas generaciones que no leen diarios ni revistas de papel.

Fidanza explicó que esta revolución permitió que medios chicos como La Política Online pudieran crecer y hasta competir con gigantes como los grandes diarios porque “la pantalla iguala”. “Para el usuario que accede desde su celular, lo importante es el contenido, no tiene dimensión de las enormes diferencias en tamaño económico entre los portales y los grandes diarios”, agregó.

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“Nuestros teléfonos continúan relegando a gigantes de la información como los periódicos al cajón de los recuerdos”, agregó Gutiérrez Rubí, quien señaló que enganchados con las redes sociales, los teléfonos pueden ser incluso instrumentos de cambio político, al generar redes que se unen por causas ciudadadas, más allá de los partidos.

Fidanza matizó ese entusiasmo: “El epílogo de la primavera árabe, que detonó en Egipto es verdad a través de la combinación de celulares y Facebook, nos obliga a repensar el entusiasmo inicial. Hoy Egipto sufre un gobierno militar igual o incluso más duro que el de Mubarak”.

Fidanza matizó el optimismo por el impacto de las redes sociales en la política: «El epílogo de la primavera árabe en Egipto nos obliga a moderar el entusiasmo», afirmó.

Riorda aportó la mirada de la comunicación gubernamental. Señaló que el PRO hizo un uso extraordinario de las redes sociales en la pasada campaña electoral, pero luego no supo adaptar su comunicación a la situación de ser Gobierno. “Continúan comunicando como si estuvieran en campaña”, puntualizó.

El especialista advirtió además que hay que ser prudente a la hora de merituar el impacto político real de las “conversaciones” en las redes sociales. “Scioli tenía en las redes un 78 por ciento de menciones negativas y Macri un 80 por ciento, y sin embargo uno sacó más del 48 por ciento de los votos y el otro el 51 por ciento”, subrayó.

“El uso de robots y granjas de usuarios alquilados que hacen las fuerzas políticas, distorsiona las mediciones sobre reputación en las redes”, advirtió Riorda.

Gutiérrez Rubí opinó sin embargo que en la nueva sociedad de la “política del bolsillo” -por el lugar donde se guarda el celular-, se va imponiendo una tecnopolítica. “Quien controla la conversación (la de los medios sociales), acaba por tener una posición de dominio en la creación de opiniones con decisión de voto”.

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“Argentina no está condenada a pasar del populismo al ajuste neoliberal”

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Rogelio Frigerio en el hotel Country Club de Lima

El césped del hotel Country Club del exclusivo barrio limeño de San Isidro, brilla como si estuviera pintado. En la puerta se amontonan los Audis negros, taxis de lujo que corporizan la metáfora de este Perú globalizado, que incrusta primer mundo donde caiga, sin aparentes complejos por los contrastes.

“Si Macri no estuviera cerca de ganar no estaríamos aquí”, dice Rogelio Frigerio en un hueco de la apretada agenda de reuniones con fondos de inversión y banqueros que tiene de manera paralela a la cumbre del FMI y el Banco Mundial.

Hernán Lacunza lo sigue con sus carpetas con números del mega plan de obras para la provincia que promete alcanzará los u$s 9.000 millones.

¿Qué dicen los fondos de inversión con los que se reunieron?

Tienen una expectativa favorable, si hay un cambio en la Argentina. Si nos amigamos con el mundo tenemos chance importante de conseguir el financiamiento que necesitamos para hacer el más agresivo plan de infraestructura física y social de la historia argentina.

¿En números, de cuanto es ese plan?

Hoy la inversión pública es de un 3,5 por ciento del PBI y nosotros queremos superar los 5 puntos del PBI. Estamos hablando de una inversión pública que supere los 30 mil millones de dólares por año.

Lo mismo que prometió traer Scioli de inversiones…

Sí, la diferencia es que hace 12 años que Scioli está en el kirchnerismo y no lo ha cumplido, ni siquiera en la provincia de Buenos Aires que gobierna.

¿En las conversaciones, los fondos les plantearon que hay que arreglar de manera inmediata con los holdouts, como sostuvo ayer Moodys?

Lo que necesita Argentina es recuperar crédito. Hace ya muchos años que estamos fuera de los mercados voluntarios de deuda y por consiguiente pagamos de dos a tres veces más de tasa que los países vecinos; y esto es precisamente por no haber solucionado el tema del default.

Moodys dice que si hay acuerdo la baja podría bajar rápido a la mitad, a un 4,5 por ciento…

Sí, consideramos lo mismo.

Llama la atención que en toda la agenda de los cinco días de la cumbre, en las decenas de paneles simultáneos, no expone ningún argentino…

Hace rato que ocurre eso, hace años que la Argentina está afuera de estos ámbitos, donde paradójicamente tienen cada vez más presencia nuestros vecinos, Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Perú y Bolivia, donde básicamente buscan crédito para obras en su país.

¿Porqué cree que ocurre esto?

Porque este es un gobierno que nos aisló del mundo y de la región, con los que estamos peleados prácticamente con todos. Hace rato que el mundo pasó a ignorarnos. Ya no hablan mal de nosotros, directamente no hablan.

¿La expectativa que dice que ven los fondos, es si gana Macri o también si gana Scioli?

No, la expectativa está en función de un cambio de políticas, dudan que ese cambio surja con la continuidad de este gobierno.

Las reservas

¿Se habló en estas reuniones sobre los tiempos reales del próximo Gobierno para solucionar el tema con los holdouts y eventualmente abrir el cepo, teniendo en cuenta las pocas reservas que recibirá?

Cuanto antes corrijamos los problemas que deja el kirchnerismo, más rápido vamos a volver a crecer y a crear empleo.

Pero el kirchnerismo deja la ley cerrojo, la de cambio de jurisdicción del pago y la que aplica los nuevos principios de la ONU, todas leyes que habrá que modificar para cerrar con los holdouts y si gana Macri no está claro con que mayoría legislativa lo haría…

Si gana Macri hay más chances que eso ocurra que si gana Scioli. Pero aún repitiendo el escenario de las PASO, esto nos da otra composición en Diputados. El kirchnerismo perdería la mayoría y en el Senado vamos a tener un apoyo d elos gobernadores, interesados en normalizar la situación de la Argentina. Todos los que tienen responsabilidad de gobierno saben de la necesidad de conseguir financiamiento para obras de infraestructura. Creemos que va a primar la razonabilidad.

En el panel de esta tarde de los presidentes de bancos centrales de Latinoamérica, el tema fue como impacta la caída de los commodities y la suba de la FED en los déficit y dispara el tipo de cambio y como la necesidad de hacer un ajuste golpea el crecimiento. O sea, como controlar la inflación sin derrumbar el crecimiento. La Argentina parece tener esos mismos dilemas pero agravados…

Me hubiera gustado ir a esa conferencia. El tema es que todos los países de la región están muy integrados al mundo y lo que ocurre en el mundo les impacta fuerte. La Argentina está afuera del mundo y los problemas que tenemos son autogenerados, producto del mal manejo de variables endógenas. Por eso, la superación de nuestros problemas propios va a generar un impacto fuerte, nosotros tenemos mucho para mejorar. Hemos hecho las cosas tan mal estos años, que empezar a corregir esos problemas nos va a generar un escenario muy positivo…

¿Cree que los organismos, si se da ese giro, nos van a apoyar en el proceso?

No tengo dudas, nos van a financiar.

Algunos economistas dicen que esta idea del gradualismo para salir del cepo, a esta altura es directamente una mentira, que no hay margen si se miran las reservas que se van a recibir…

No tenemos que cometer los errores de siempre de la historia argentina. Hace 50 años que tenemos secuencia de gobiernos populistas que exprimen todo el jugo de la bonanza y luego pasamos a un gobierno neoliberal de ajuste ortodoxo en las épocas de vacas flacas. Esa secuencia nos llevó a esta triste situación, no podemos repetirlo. Para solucionar los problemas que deja el kirchnerismo tenemos que volver a crecer, expandir la economía.

Este gobierno comete ese error, fue el que recibió más bonanza en la historia y termina con un ajuste clásico, con la mayor devaluación del mundo, inflación y una recesión que ya lleva cuatro años.

La Argentina no está condenada a vivir del populismo al ajuste neoliberal, creemos que se puede construir una estrategia de desarrollo nacional.